Bet-El-Za, el origen sanscrito de la palabra Belleza

¿Qué es Belleza? Por un lado no es fácil contestar a esta pregunta, y por otro se podrían presentar miles de definiciones subjetivas procedentes de nuestras emociones. Personalmente me apetece escribir esta palabra con la “B” mayúscula, destacando su alto valor de asombro y penetración sensible en nuestro ser. Para mi Belleza es todo lo que nos puede tocar profundamente, en el alma, que nos enciende de entusiasmo, nos regenera y nos invita a participar plenamente al banquete de la vida (maravillosa expresión del teólogo y filósofo Raimon Panikkar).

Cómo Buscador de Belleza - la auténtica y no la meramente estética que imponen hoy los modelos imperantes - quiero empezar mi camino desde la raíz de la palabra, y precisamente de su origen sanscrito (según la definición encontrada en el escrito del filósofo Leonardo Boff ):

Bet-El-Za:   Za-brillo    El-Dios, lo que está arriba   Bet-casa

Belleza: La Casa donde Dios Brilla

Yo imagino que muchas personas hoy en día, aunque muy amantes del Arte y de la Belleza, podrían quedarse perplejos o escépticos delante de la palabra “Dios”. Por eso quiero escribir lo que representa para mí, para que se entienda mi visión y el importante significado que le atribuyo.  

Para mi Dios es todo lo que enciende nuestro corazón de Vida y Paz. Una vibración que nos mueve hacia la creatividad cotidiana. Lo que de maravilloso se genera cuando dos o más seres humanos  se reúnen en nombre del amor. Dios para mi es la sustancia encantadora que se puede generar cada momento que nuestro seres viven la vida con plenitud y se relacionan al mundo y a los demás con actitud benéfica.

Así que La Casa donde Dios Brilla me parece una estupenda definición de Belleza.

Ese lugar, en cualquier espacio y en cualquier tiempo, donde brilla una luz divina: potente expresión de la vida, que se convierte en obra de Arte porque animada por la fuerza del Amor.

Somos nosotros que tenemos la gran oportunidad y responsabilidad de hacer brillar nuestros lugares diarios.

Protagonistas del presente, amantes de la vida, artistas del propio destino.