El día que me puse vertical - poema






El día que me puse vertical
Hubo olor de rosa
rosa de mar, rosa marina,
Hubo el sonido suave
del grillo al despertar

El día que me puse vertical
no pasó nada extraño,
la vida me regaló una lupa:
un ojo limpio,
fresco y transparente,
para ver los corazones del mundo

Una mirada cierta y firme
que nunca pierde el encanto,
que acaricia con gracia los gestos del presente

El día que me puse vertical
lloraba por dentro y lloraba por fuera
pero nunca las lagrimas mojaron el suelo
porque se las bebió el aire en plena sed de amor

El día que me puse vertical
Me di cuenta de que nada
es tan importante cuanto la sustancia
viva y profunda
del alma enamorada del mundo

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